
Según el National Geographic la mariposa monarca no tiene eso que se llama cortejo ,ellas violan literalmente a su pareja de aquí surge la idea del sátiro y una metáfora para ese asqueroso machismo que todavía existe ...
“Que chingue su madre la cajita” nace de una casualidad, o mejor dicho de “...una necedad argumentada en la necesidad de autosugestión o autoconvencimiento a realizar alguna actividad negativa o positiva...”[1].
Siempre siempre siempre ha existido ese “que chingue su madre” frase mágica con caracter determinante que puede ser usada para soslayar una actividad productiva de modo intencional, o igual para atreverse a hacer algo que bajo ninguna circunstancia nos atreveríamos a hacer como por ejemplo: hablar en público sobre un tema que no se domina del todo. Como persignarse con la frase.
La cajita en realidad es todo un misterio... un accidente onírico no documentado... o en el mejor de los casos un mal chiste sobredimensionado:
Hace muchas noches, un grupo de personas realizaba una congregación alcohólica; a una de estas finísimas personas le venció el sueño y ya en los brazos de morfeo inició un peculiar somniloquio[2] consigo mismo; debatiéndose si podría comprar un producto encarecido o no. Terminó su discusión diciendo en tono imperativo: “¡Sí la compro! ¡...y que chingue su madre la cajita!” los testigos de la escena no escatimaron en gastar carcajadas al momento, con todo y que una duda pululaba por sus mentes, ¿Qué chingados será la cajita? Cabe decir que al cuestionarle sus dudas al sedado auto-debatiente, éste no supo decir a qué se refería en ese sueño con “la cajita”.
De aquí surgen diferentes hipótesis sobre la naturaleza de “la cajita”. Algunos valientes revolucionarios denunciaron que “la cajita” en realidad representa a la televisión tiránica y capitalista. Otros, los de pensamiento un tanto más mágico, plantearon la visión en que “la cajita” era un médium o un recipiente humano de espectros etéreos. Finalmente, aquellos de pensamiento mas lógico–deductivo neoliberal indicaron que se trataba de una caja de ahorros.
Cualquiera que haya sido el caso, esta frase trascendió a diferentes círculos de amigos hasta el punto de incrustarse en el lenguaje común.
Este fanzine intenta evocar el espíritu mismo de aquella onírica frase, como una invitación a lanzarnos a explorar sin reparo regiones del humor y hurgar nuestras conciencias de pasada, o como un reto a nosotros mismos a incursionar a donde nunca hemos estado…y pues total Que chingue su madre la cajita!.