martes, 9 de octubre de 2007

A MODO DE EDITORIAL

Que chingue su madre la cajita” nace de una casualidad, o mejor dicho de “...una necedad argumentada en la necesidad de autosugestión o autoconvencimiento a realizar alguna actividad negativa o positiva...”[1].

Siempre siempre siempre ha existido ese “que chingue su madre” frase mágica con caracter determinante que puede ser usada para soslayar  una actividad productiva de modo intencional,  o igual para atreverse a hacer algo que bajo ninguna circunstancia nos atreveríamos a hacer como por ejemplo: hablar en público sobre un tema que no se domina del todo.  Como persignarse con la frase.

La cajita en realidad es todo un misterio... un accidente onírico no documentado... o en el mejor de los casos un mal chiste sobredimensionado:

Hace muchas noches, un grupo de personas realizaba una congregación alcohólica; a una de estas finísimas personas le venció el sueño y ya en los brazos de morfeo inició un peculiar somniloquio[2] consigo mismo; debatiéndose si podría comprar un producto encarecido o no.  Terminó su discusión diciendo en tono imperativo: “¡Sí la compro! ¡...y que chingue su madre la cajita!” los testigos de la escena no escatimaron en gastar carcajadas al momento, con todo y que una duda pululaba por sus mentes, ¿Qué chingados será la cajita? Cabe decir que al cuestionarle sus dudas al sedado auto-debatiente, éste no supo decir a qué se refería en ese sueño con “la cajita”.

De aquí surgen diferentes hipótesis sobre la naturaleza de “la cajita”.  Algunos valientes revolucionarios denunciaron que “la cajita” en realidad representa a la televisión tiránica y capitalista.  Otros, los de pensamiento un tanto más mágico, plantearon la visión en que “la cajita” era un médium o un recipiente humano de espectros etéreos.  Finalmente, aquellos de pensamiento mas lógico–deductivo neoliberal indicaron que se trataba de una caja de ahorros.

Cualquiera que haya sido el caso, esta frase trascendió a diferentes círculos de amigos hasta el punto de incrustarse en el lenguaje común.

Este fanzine intenta evocar el espíritu mismo de aquella onírica frase, como una invitación a lanzarnos a explorar sin reparo regiones del humor y hurgar nuestras conciencias de pasada, o como un reto a nosotros mismos a incursionar a donde nunca hemos estado…y pues total Que chingue su madre la cajita!.



[1] Aquí me estoy citando a mi mismo, para que se vea más académico

[2] Palabra harto académica para decir que habló dormido.





1 comentario:

CaroHF dijo...

Con madre!!

Que bueno que ya se empieza a ver el resultado de tanta meditación sobre que publicar.

Lo bueno es yo, que estoy tan lejos de Victoria (hablo de cuando ya se retache pa' su tierra) pues voy a poder checar la cajita cuando quiera.

Cuidese y seguimos esperando mas de su trabajo y ponga algo de sus colaboradores.