domingo, 15 de marzo de 2009

CARTA SIN DESTINATARIO I por Loretta Kaas

Si quieres en nuestro primer encuentro pretenderé que jamás he escuchado tu nombre. Levantaré la mirada hasta encontrarme con la tuya y, sólo si tú la retiras, pasaré de largo. Y cuando lleguen los segundos en que pases a mi lado trataré de atrapar la estela de tu aroma, llevarla a mi lecho y respirarla mientras duermo.

Si retiras la miraba entonces pasaré de largo, pero cuando lo haga dejaré mi aliento impregnado en tu nuca, memorizaré tus labios y los dibujaré en mis sueños.

Si decides retirarla y yo tengo que pasar de largo, lo haré lo suficientemente cerca para acariciar tu mano con mis dedos y, cuando así suceda, llevaré mis dedos a mis labios húmedos y será como si hubiésemos intercambiado secretos profundos. Pero si tu miraba se aferra a la mía, si tu mirada paraliza la mía, entonces dejaré que veas mis historias, que pruebes mi aliento y recorras mis caminos.

Si tu mirada se aferra a la mía, dejaré que me cuentes tus cuentos, que escribas en mi pecho y te refugies en mi cuerpo. Si no retiras tu mirada.

1 comentario:

may dijo...

que chido está esto